Los sistemas de seguridad en chalés y viviendas se han impuesto en los últimos años, algo que aplauden los responsables policiales, aunque la sensibilidad de sus mecanismos, el desconocimiento en la utilización de la que hacen gala muchos propietarios o los errores intencionados se han convertido en un auténtico quebradero de cabeza para las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que cada mes registran una media de 280 falsas alarmas. El pasado año se cerró con más de 3.400 avisos negativos.En otras ocasiones, son los propios propietarios los que intencionadamente hacen saltar sus alarmas para ver el tiempo de respuesta policial. Cuando se comprueba que el dueño ha sido el responsable, se procede a proponerlo para una sanción ante la Subdelegación. La Policía también es consciente de que en algunas ocasiones son los propios ladrones los que también quieren conocer su tiempo de respuesta y activan días antes la alarma de un chalé cercano al que es su objetivo.
Fuente: Policía
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